Dom. Dic 22nd, 2024

Los cultivos afrontan el estrés ambiental como desafío constante, particularmente en condiciones climáticas extremas. La productividad agrícola se ve fuertemente afectada por este factor.

Si bien el estrés es un cuadro que generalmente afecta a los seres humanos, lo cierto es que también puede impactar en los cultivos. Los expertos en el sector aseguran que los cultivos afrontan estrés por diversas razones, lo que puede tener consecuencias negativas en su rendimiento y desarrollo. 

Lo cierto es que las plantas pueden afrontar estrés ambiental, dada la existencia de una serie de factores que dañan el crecimiento, los frutos, las flores y la supervivencia, afectándola negativamente en términos generales. 

Según Maarten Casteleijn, especialista en productos, esto no siempre es así. Cuando una planta está expuesta a estrés, gastará su energía en resolver el problema. Esto lo hace mediante la producción de metabolitos secundarios, que contrarrestan el estrés. 

Bajo este punto de vista, el estrés ambiental no es necesariamente malo para una planta. Sólo se debe tener en cuenta qué parte de la energía de la planta se consume y qué estrategia se debe implementar para contrarrestar los efectos.

Sin embargo, es crucial entender los factores que pueden causar estrés en los cultivos para prevenirlo en la medida de lo posible. Para ello, se recomienda reconocer el estrés en los cultivos, dado que no todos los agricultores se ven en condiciones de hacerlo.

En primer lugar, cabe destacar que las plantas responden de manera diferente a los factores de estrés. Esto puede incluso diferir según la estrategia de cultivo y la situación en concreto.

En segundo lugar, se debe tener en cuenta la capacidad que tiene una planta para resistir el estrés, lo cual depende de sus defensas naturales. Si estas defensas son robustas, la planta puede producir más sustancias para protegerse. 

Por ejemplo, cuando un cultivo es atacado por uno o más tipos de pulgones, y su resistencia es buena, incrementará la producción de ácido salicílico. Esta sustancia la hace menos atractiva para su ataque. Además de repeler a los insectos, el ácido salicílico emite un olor que alerta a otros enemigos naturales de la planta de que necesita ayuda.

Una vez aclarado esto, se debe diferenciar los distintos tipos de estrés que afectan a menudo a las cosechas. Cada uno tiene sus propias características y tratamientos.

¿Qué tipos de estrés afrontan los cultivos?

Desde el sector observan dos tipos de escenarios en particular, los cuales afectan de igual manera a la industria. Ambos se desencadenan a partir de patógenos y situaciones climáticas adversas.

Uno de los casos más comunes es el estrés biótico, el cual es provocado por la aparición de ciertos organismos vivos. Diversos patógenos como hongos, bacterias y virus desempeñan un papel en esto. 

Una planta puede experimentar estrés biótico en la superficie debido, por ejemplo, a la infestación de pulgones o al moho. Los nematodos en las raíces o el Fusarium también pueden provocar estrés en la planta.

A diferencia del estrés biótico, el abiótico es causado por factores no vivos. Esto incluye factores como el viento, la intensidad lumínica excesiva y una alta concentración de sales en el suelo. Por lo tanto, una planta puede experimentar estrés abiótico tanto en la superficie como en el suelo. 

En esta línea, cabe destacar que la radiación intensa, el calor o la sequía pueden inducir en este último cuadro, impactando directamente en su crecimiento. En tanto, uno de los factores que puede tener un efecto similar es la alta concentración de sales en el suelo, así como los daños a las raíces que pueden ocurrir durante el trasplante de la planta.

La estrategia definitiva para combatir el estrés biótico de la planta

El estrés abiótico está estrechamente relacionado con factores ambientales, por lo que siempre es recomendable tratar de controlar el entorno de la planta tanto como sea posible. Sin embargo, puede haber situaciones en las que no sea suficiente regular el clima por completo.

Para minimizar el impacto del estrés en una planta, es esencial asegurar que reciba una nutrición óptima y completa. Desde el inicio del cultivo, es importante considerar la resistencia de la planta. Una planta con un buen sistema radicular es más resistente a factores de estrés como la sequía.

Además de garantizar un suministro adecuado de fertilizantes, se puede añadir un «extra» al cultivo, como silicio, ácido salicílico, aminoácidos, entre otros, lo cual mejorará de forma significativa la resistencia de la planta.

Por último, es necesario resaltar que las plantas al aire libre se encuentran más expuestas a las condiciones climáticas, lo que generalmente se traduce en un estrés abiótico. En esta línea, es lógico que este sea frecuente en los cultivos del campo.

En cambio, en los cultivos bajo cubierta, las condiciones climáticas se controlan mejor, lo que reduce el riesgo de estrés abiótico. Sin embargo, en estos entornos puede aumentar la incidencia de estrés causado por factores bióticos.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.