Dom. Dic 22nd, 2024

Los especialistas del INTA dieron a conocer el análisis sobre los beneficios de la fertilización nitrogenada en los suelos. Entre los cultivos, el de trigo se ve favorecido ampliamente por sus aportes en su rendimiento.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Marco Juárez, los expertos de la provincia de Córdoba revelaron el impacto beneficioso que tiene la fertilización nitrogenada en los cultivos, particularmente en el de trigo. Se trata de una herramienta clave al momento de potenciar cada lote en particular. 

A finales del verano y comienzos del otoño de este año, se registraron precipitaciones que favorecieron a los suelos al aportar una buena cantidad de agua, alcanzando hasta 1,5 metros de profundidad. En los lotes que anteriormente se sembraron con soja, las lluvias acumularon 235 milímetros, mientras que en los lotes que venían de trigo-soja, el registro fue de 219 milímetros. 

Hasta el momento, se registraron alrededor de 38 heladas. Sin embargo, como el trigo en este territorio generalmente se siembra a finales de mayo y las heladas más intensas ocurrieron en julio, el cultivo se encontró en estado de macollaje, fase en la que es más resistente a las bajas temperaturas.

En este escenario, un equipo de investigación del INTA Marcos Juárez, en la provincia Córdoba, compartió recomendaciones para optimizar el rendimiento del trigo, enfocándose en herramientas relacionadas con la fertilización. La clave está en asegurar un crecimiento adecuado, con nutrientes como el nitrógeno, potasio y fósforo.

Vicente Gudelj, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Marcos Juárez, aseguró que el agua es el principal factor que determina el rendimiento del trigo, especialmente la que se almacena antes de la siembra. 

Según indicó Vicente, la presencia del agua permite superar el período de escasas precipitaciones que suele darse al final del invierno y hasta la llegada de las primeras lluvias de la primavera. Esto demuestra que la fertilización es clave en momentos donde las condiciones climáticas no acompañan al trabajo agrícola.

¿Cuál es la importancia de la fertilidad del suelo?

En primer lugar, los expertos del sector sugieren evaluar cada lote de trigo de manera individual y, con base en los análisis de suelo, decidir si es necesario fertilizar o aplicar una re fertilización con nitrógeno. En estos casos, se deben tener en cuenta las condiciones del cultivo y las aplicaciones previas. 

Se recomienda llevar a cabo la inyección de nitrógeno antes de la siembra o durante la misma, utilizando maquinaria que lo incorpore junto a la semilla. En el caso de la fertilización durante el macollaje, esta dependerá de la disponibilidad de lluvia para que el fertilizante sea absorbido por el suelo.

Cabe destacar que los nutrientes esenciales en los que el trigo responde favorablemente a la fertilización son nitrógeno, fósforo y azufre. También se registró que, en ciertas situaciones, la aplicación de zinc puede aumentar los rendimientos del cultivo. 

Los valores críticos para el fósforo oscilan entre 12 y 20 partes por millón, mientras que para el azufre deben estar entre 7 y 10 partes por millón de S-SO4. Si los niveles de estos nutrientes están por debajo de esos rangos, se recomienda hacerlo antes o durante la siembra, ya que son fundamentales desde las primeras etapas del crecimiento de la planta.

En cuanto al nitrógeno, se debe asegurar que el suelo cuente con un total de entre 120 y 160 kilos de este por hectárea, sumando el que se encuentra disponible al momento de la siembra y el que se mineraliza hasta la madurez fisiológica del cultivo. La cantidad que falte para alcanzar estos niveles debe ser aportada a través de la fertilización.

Si se utiliza fertilizante líquido, es preferible aplicarlo durante el macollaje. Al hacerlo lo antes posible, se pueden evitar daños por quemaduras y permitir que el follaje se recupere. Además, una estrategia eficaz para maximizar la absorción del nitrógeno, tanto en su forma líquida como en su compuesto químico, es aplicar el fertilizante antes de una lluvia prevista.

En algunas zonas, donde la tecnología es incorporada en las fertilizadoras, se facilita su aplicación sin depender de las precipitaciones. De hecho, se puede aplicar nitrógeno líquido durante el macollaje, sin ningún tipo de inconveniente. 

Para aumentar el contenido de proteína en el grano, lo mejor es aplicar nitrógeno en etapas más avanzadas del crecimiento, después de la aparición de la llamada hoja bandera. En estos casos, se debe usar urea en solución, aplicando un máximo de 20 kilos por hectárea para evitar la fitotoxicidad.

Finalmente, en campañas afectadas por La Niña, los productores deben ser conscientes de la importancia de conservar las reservas hídricas del suelo, que se recargaron bien a finales del verano y principios del otoño, aunque luego las lluvias fueron escasas. 

Para optimizar el uso de estas reservas, es esencial controlar las malezas durante el barbecho y, si se han implantado cultivos de cobertura, suprimir su crecimiento tempranamente para preservar el agua en el suelo destinada a los cultivos de verano.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.