Dom. Dic 22nd, 2024

El sector agrícola acude a diferentes herramientas para potenciar el bienestar del suelo y, por ende, las ganancias dentro del mercado. En esta línea, los biopreparados son esenciales para combatir los insectos y las enfermedades.

Entre los aliados naturales que permiten el desarrollo de los cultivos, se encuentran los briopreparados, también conocidos como purines. Estos son productos biodegradables que le hacen frente a las adversidades bióticas que afectan la productividad de los suelos.

En esta línea, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) destacó a los biopreparados como un factor esencial para controlar la presencia de los insectos y enfermedades que atacan a los cultivos. Su punto a favor es que son accesibles, efectivos y de rápida acción. 

Desde el organismo El INTA destacan la importancia de los biopreparados para repeler, prevenir y controlar plagas y enfermedades en la huerta. Algunos de los más utilizados incluyen purines de ají y jabón, cola de caballo, albahaca y ortiga. 

Según Ana María Forlín, integrante del Programa ProHuerta Formosa en INTA El Colorado, estos son fundamentales en el manejo agroecológico de la huerta, ya que sus principios activos ayudan a prevenir y controlar numerosas plagas y enfermedades que afectan a los cultivos.

Forlín informó que estos productos naturales se obtienen a través de procesos como la fermentación, maceración, cocción o infusión de plantas y estiércoles en agua. Así es como ayudan a reducir los problemas, o mejoran el desarrollo de los cultivos, según su función.

El manejo agroecológico de un sistema hortícola incluye prácticas como la incorporación de abonos, asociación y rotación de cultivos, cobertura del suelo, y diversificación de especies y variedades. A esto se añade el uso de purines o biopreparados, preparados caseros para controlar afecciones.

¿Cuáles son los beneficios de los biopreparados?

Entre las ventajas de estos productos, los especialistas en el tema destacaron que pueden ser elaborados a partir de elementos accesibles, como ajo, cebolla, ajíes, entre otros.

Asimismo, se caracterizan por ser sustancias biodegradables. Esto quiere decir que no deja residuos en los alimentos, dado que se degrada fácilmente.

Otro punto clave es que estos productos reducen el apetito de los insectos por las hojas e interrumpen su ciclo de vida. De esta manera, se previenen las peores enfermedades en los cultivos.

Es importante tener en cuenta que pese a sus beneficios, también presenta desventajas. Desde el INTA señalaron que su elaboración puede ser un proceso que requiere tiempo, y aunque los insumos son accesibles, no siempre están disponibles durante todo el año, por lo que es importante planificar su preparación. 

También mencionaron que, a pesar de su baja toxicidad, en el caso de algunos es necesario evitar el contacto directo con la piel. Esto se debe a que ciertos componentes pueden causar irritación o reacciones adversas al entrar en contacto con el cuerpo.

Por último, al ser productos naturales, su periodo de almacenamiento es limitado, con una duración máxima de dos meses. En muchos casos, se requiere una estrategia constante, que no permita el ingreso de enfermedades y plagas.

¿Cuáles son los biopreparados en la agricultura ecológica?

En caso de querer controlar los pulgones y los hongos, el INTA recomendó  usar purín de cola de caballo. Para prepararlo, se deben cortar 100 gramos de la planta fresca en trozos pequeños, añadir 1 litro de agua, dejar reposar durante un día y luego hervir entre 15 y 30 minutos. 

Después de dejar enfriar en un recipiente tapado, se filtra y se diluye en 5 litros de agua por cada litro preparado. A esta mezcla se le agrega jabón blanco rallado y se mezcla bien.

Este preparado se aplica sobre las plantas en días secos y soleados, particularmente en época de primavera o verano, y se puede aplicar al suelo durante cualquier mes del año.

Aquellos que deseen controlar ácaros de los cítricos, pulgones, hormiga negra común, mosca blanca y cogollero de maíz, se puede usar purín de ají picante y jabón. 

Se prepara machacando un cuarto de kilo de ají y añadiendo 2 litros de agua. Esta mezcla se deja reposar durante un día y luego se filtra. 

En otro recipiente, se disuelve un cuarto de barra de jabón en pan en 1 litro de agua y se filtra. Luego se mezclan ambos preparados y se les añade 10 litros de agua. Este biopreparado se aplica cada siete días.

Los expertos en el tema indicaron que el purín de albahaca es eficaz para controlar el gusano minador, cogollero y orugas, ya que actúa como repelente, insecticida y acaricida. 

Para prepararlo, se llena la mitad de un balde de 20 litros con albahaca compactada y se completa con agua fría sin cloro. Se deja reposar 15 días, removiendo diariamente. La aplicación dependerá del uso; para controlar orugas, se aplica sobre las hojas como linsecticida.

Por su parte, el purín fermentado de ortiga es un repelente y preventivo contra gusanos, minador, cogollero, orugas y ácaros. Se colocan tallos y hojas de ortiga fresca compactadas hasta la mitad de un recipiente de 20 litros y se llena con agua.

Se deja fermentar durante 15 días, revolviendo todos los días. Para atenuar el fuerte olor, se puede agregar medio kilo de ceniza de leña. Este se aplica directamente sobre las plantas.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.