Dom. Dic 22nd, 2024

Los expertos en el sector dieron a conocer una serie de prácticas esenciales para llevar a cabo un manejo eficiente de malezas, en el marco del ciclo 2024-2025. Conocé los consejos y prepárate para potenciar los rendimientos de los cultivos.

Los barbechos de invierno son esenciales dentro del manejo agronómico, particularmente para la transición entre las campañas de cultivos. Durante el tiempo de descanso que necesita la tierra, resulta necesario aplicar una estrategia de manejo contra las malezas. 

En detalle, el control de malezas representa un desafío significativo para los productores, dado que atentan contra los rendimientos del sector. Miles de trabajadores se ven bajo alerta ante este tipo de situaciones. 

Las soluciones que se basan en herbicidas ya no es suficiente, por lo que se requiere diversificar las distintas estrategias que sirven para garantizar la eficacia a largo plazo. En esta línea, los expertos recomiendan ir más allá de los productos químicos convencionales.

¿Cómo eliminar la maleza rápidamente?

La Red de Manejo de Plagas (REM) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) compartió tres prácticas que ayudan a tener un manejo eficiente de barbecho.

En primer lugar, los expertos en el sector sugieren achicar las ventanas de barbecho. La duración, en este caso, depende de la rotación de cultivos seleccionada, lo que influye en la planificación y manejo. 

Al acortarse la duración del barbecho, se facilitaría de forma directa la planificación, dado que, además del uso de herbicidas, el cultivo sirve como una herramienta clave para competir con las malezas.

En esta línea, la intensificación de la rotación con cultivos invernales de renta o de servicios ayuda a disminuir el tiempo de barbecho, mejorando el control de malezas y la efectividad de los herbicidas.

Entre los cultivos más destacados para lograr este escenario, se encuentra vicia villosa, el cual contribuye al nitrógeno biológico y control de malezas. Sin embargo, su lento crecimiento inicial puede requerir control químico temprano.

Si bien hasta la actualidad existe sólo un herbicida registrado para el uso de preemergencia de vica, la terbutilazina, desde la REM indicaron que hay otros que se presentan como una opción alternativa en el uso de los cultivos. Estos son imazetapir, metolacloro y pendimetalin.

En segundo lugar, consideran que es importante monitorear a las malezas. El control debe incorporarse dentro de las estrategias, ya que permiten tomar decisiones acertadas y desarrollar prácticas acordes.  

El foco debe estar puesto en la identificación de las especies presentes, su ciclo, tamaño, densidad y nivel de resistencia. Así es como se podrán definir los herbicidas y las dosis adecuadas para su manejo.

Cabe destacar que el ciclo de emergencia de las malezas está determinado por las condiciones de temperatura y humedad, las cuales varían según la región y la temporada. 

Además, se debe tener en cuenta los periodos de brotación de las malezas perennes, ya que también están influenciados por la temperatura.

La Red también aconsejó el reconocimiento de las malezas drive, es decir, aquellas que condicionan la estrategia de manejo por su dificultad de control, historia del lote y rotación de cultivos. 

Al contar con esta información, se puede seleccionar los herbicidas adecuados y el momento óptimo para su aplicación. Esto garantiza un éxito más allá de las condiciones climáticas y de los factores externos.

Al mismo tiempo aconsejaron evitar el uso repetido de los sitios de acción, ya que se minimiza la presión de selección y el riesgo de acumulación de herbicidas en el suelo, lo que puede causar fitotoxicidad.

Por último, en tercer lugar, las profesionales que forman parte de la entidad recomendaron el uso inteligente de los herbicidas. Esto quiere decir tener en cuenta el efecto residual, el cual controla los flujos de emergencia y reduce la necesidad de múltiples aplicaciones.

La siembra directa favorece a las malezas con germinación superficial y emergencia prolongada. En tanto, dichos herbicidas actúan durante la germinación de las malezas, facilitando su control.

Es importante resaltar que los productos químicos no deben aplicarse sobre los espacios verdes que actúan como barreras para su llegada al suelo. En el caso de haberlas, estas deben tratarse previamente con un quemante particular.

Asimismo, la incorporación de los herbicidas al suelo es clave para su efectividad a largo plazo. La misma es facilitada por las precipitaciones posteriores a su aplicación.

¿Cómo podemos proteger los cultivos?

Para evitar daños al cultivo siguiente, es crucial entender las características del herbicida residual, como su persistencia en el suelo, solubilidad y métodos de degradación. 

Al planificar los barbechos químicos, los expertos en el tema recomendaron conocer el cultivo que se sembrará posteriormente para seleccionar herbicidas basados en su selectividad para ese cultivo.

En muchos casos, el barbecho químico utiliza principios activos no selectivos y de amplio espectro, complementados con herbicidas hormonales y residuales. Por este motivo, la planificación y rotación de principios activos es esencial para retrasar la aparición de resistencias. 

Aunque algunos tratamientos herbicidas pueden ser más costosos a corto plazo, su uso estratégico puede preservar la efectividad de herbicidas más económicos a largo plazo. 

En tanto, la integración de prácticas culturales con tratamientos herbicidas garantiza un manejo sostenible y eficiente, mejorando el rendimiento futuro y protegiendo el medio ambiente.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.