Los expertos en el sector aseguraron que, hoy en día, hay varias formas de promover un cultivo sustentable. Entre las alternativas disponibles, la horticultura se destaca como una disciplina esencial para obtener rendimientos y cuidar el medio ambiente.
Ana María Castagnino, presidente de la Asociación Argentina de Horticultura (Asaho), aseguró que la horticultura es una manera sustentable de producir y llevar a cabo un cultivo urbano. En la actualidad, esta es una disciplina esencial a nivel global, dados sus múltiples beneficios en la economía y el medio ambiente.
Dado su avance dentro del mercado, el Congreso Nacional de Horticultura se presenta como un espacio ideal para discutir nuevas técnicas de cultivo, considerando tanto el comportamiento de la sociedad como la bioeconomía.
En este contexto, Ana María Castagnino destacó la relevancia de la horticultura como una disciplina clave que abarca diversas áreas. Lo cierto es que, al usar recursos biológicos de forma sostenible, se puede producir alimentos, materiales y energía de una manera natural y sin dañar al planeta.
No solo se enfoca en la producción de hortalizas, sino también en frutas, flores aromáticas y la horticultura urbana, resaltando su impacto en la alimentación, dado que varios estudios demostraron que un consumo adecuado de estos alimentos puede prevenir numerosas enfermedades.
Castagnino destacó la importancia de esta actividad en un país con muchos emprendedores dedicados a la horticultura, señalando que quienes consumen estos productos forman parte de la cadena productiva.
Desde su perspectiva, los profesionales del sector deben fomentar tanto la expansión del cultivo como la creación de una cultura de consumo, promoviendo que las personas produzcan sus propios alimentos para asegurar una nutrición equilibrada.
Además, enfatizó que es posible alcanzar una dieta óptima con alimentos esenciales, lo cual contribuye a la prevención de la malnutrición. Queda comprobado por los especialistas que lejos está de no promover la salud, ya que hay un equilibrio entre el desarrollo económico y el bienestar de la población.
¿En qué situación se encuentra la horticultura en Argentina?
Actualmente, el 92% de la población vive en zonas urbanas y solo el 30% tiene un peso adecuado, lo que invita a reconsiderar la producción más allá del ámbito rural y estrictamente productivo. En este sentido, se considera que el reto ahora es fomentar la producción de hortalizas no solo en áreas rurales, sino también en entornos urbanos, donde existen diversas alternativas para llevarlo a cabo.
Dentro del concepto de horticultura urbana, se pueden desarrollar huertas, canteros, muros verdes, entre otras iniciativas. Esto representa un desafío para los profesionales, quienes además deben integrar la bioeconomía circular en la producción de hortalizas, buscando aprovechar al máximo lo que se cultiva.
Por su parte, Damián Pablo Belladonna, vicepresidente de la Asociación Argentina de Horticultura, explicó que -además de coordinar congresos- la organización cuenta con una revista científica llamada Horticultura Argentina, muy reconocida en América Latina.
Los miembros de la asociación pueden involucrarse en las diversas áreas de trabajo, que se organizan de manera virtual gracias a su amplia distribución en el país. De esta manera, los expertos pueden debatir y hasta proponer proyectos de diversa índole.
¿Qué es la horticultura?
Hoy en día, la horticultura se presenta en varias formas. En términos de volumen, una distinción importante es entre la horticultura de mediana y gran escala, que se lleva a cabo al aire libre o con el apoyo de tecnologías avanzadas, como los invernaderos.
Por otro lado, están los pequeños huertos, tanto rurales como urbanos, cuya producción puede destinarse al autoconsumo o venderse en mercados locales. En este caso, el beneficio se encuentra en la posibilidad de generar alimentos frescos y saludables a menor escala, lo que contribuye a la seguridad alimentaria y a una dieta más equilibrada.
Esta actividad agrícola es de gran importancia, ya que permite obtener una variedad de hortalizas que son alimentos altamente nutritivos, ricos en vitaminas, minerales y fibra. En tanto, hay estudios que identificaron que muchas de estas hortalizas contienen compuestos bioactivos, lo que contribuye a la prevención de enfermedades crónicas.
Es importante resaltar que el papel del horticultor es fundamental, dado que su experiencia y conocimientos son clave para asegurar que las hortalizas más utilizadas en la alimentación diaria estén disponibles. Entre ellas, se encuentran el tomate verde, jitomate, zanahoria, lechuga y rábano, entre otras.
Además, la horticultura no se limita a la producción de alimentos, ya que también abarca la horticultura floral o floricultura, enfocada en la producción de flores ornamentales a pequeña escala.
Esta actividad depende en gran medida de las condiciones climáticas, ya que las flores son muy sensibles a los cambios en el clima, y algunas especies solo crecen en determinadas regiones o épocas del año. Por lo tanto, el conocimiento del horticultor es esencial para lograr una producción exitosa en este ámbito.