Mié. Abr 2nd, 2025

La compañía argentina consolida su rol competitivo dentro del mercado, al desarrollar diferentes tecnologías y estrategias claves para potenciar la agricultura sustentable en Argentina. Su innovación científica les permite sobrellevar las adversidades que el mismo cambio climático presenta.

Bioceres, una empresa argentina creada por Federico Trucco y especializada en biotecnología agrícola, logró expandirse en gran medida gracias a sus semillas de trigo HB4, diseñadas para resistir la sequía y aprobadas para su cultivo en Argentina desde 2022. Aunque se trata de una tecnología relativamente nueva, recientemente se obtuvieron datos sobre su desempeño durante la campaña 2022-2023, marcada por una sequía severa.

Las condiciones climáticas extremas de esa temporada permitieron evaluar a fondo el rendimiento del trigo HB4. Los resultados fueron positivos en diversos aspectos, especialmente en zonas donde el rendimiento es inferior a 2 toneladas por hectárea. En esos entornos, esta variedad superó a las opciones comerciales tradicionales con una mejora promedio del 43% en la producción, logrando ventajas en siete de cada diez ubicaciones y registrando una tasa de éxito de ocho sobre diez al analizar las últimas tres campañas.

La sequía afectó considerablemente la producción nacional de trigo, reduciendo la cosecha de 22 a 13 millones de toneladas. Además, el rendimiento promedio a nivel nacional cayó a 22,80 quintales por hectárea, cuando la media histórica suele rondar los 30 quintales, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En este contexto, desde Bioceres se señaló que, al comparar variedades casi idénticas genéticamente, con la única diferencia de la presencia del gen HB4, la tasa de éxito de esta tecnología supera el 80% en todo tipo de entornos. Esto confirma su potencial para mejorar la productividad en un mayor número de hectáreas, más allá de las zonas con menor rendimiento.

El CEO asegura que cada una de las iniciativas por parte de la empresa promueven una agricultura sustentable, particularmente en tiempos de crisis donde la mayor parte de los cultivos del país afrontan las severas consecuencias del cambio climático. En muchas ocasiones, se producen grandes pérdidas económicas por este mismo motivo. 

¿Qué hace Bioceres para promover una agricultura sustentable?

En la actualidad, Bioceres Crop Solutions está gestionando la aprobación de su variedad de trigo transgénico HB4 a nivel global, particularmente en Australia y Estados Unidos. Su objetivo es expandir la siembra de esta tecnología en nuevos mercados, según indicó su presidente ejecutivo, Federico Trucco.

La compañía apuesta a que la percepción global sobre el trigo modificado genéticamente evolucione, especialmente en un contexto donde la crisis alimentaria se ha agudizado debido al aumento en los precios de los alimentos, la guerra en Ucrania y los fenómenos climáticos extremos asociados al cambio climático, factores que incrementan el riesgo de hambrunas a nivel mundial.

El trigo HB4, desarrollado por Bioceres, destaca por su resistencia a la sequía y su tolerancia al glufosinato de amonio. Su origen se remonta a investigaciones del CONICET, donde se identificó el gen responsable de la tolerancia a la sequía en el girasol. A partir de este hallazgo, se aplicó un desarrollo biotecnológico para transferir dicha característica a cultivos como la soja y el trigo.

Según Trucco, la invasión de Rusia a Ucrania, país clave en la exportación de trigo, puso el suministro de alimentos en el centro del debate global, lo que favoreció el interés en variedades transgénicas que, hasta hace poco, generaban rechazo entre productores y consumidores.

En mayo de 2022, Australia aprobó el consumo de alimentos derivados del trigo HB4, aunque por ahora Argentina sigue siendo el único país que autorizó su siembra. Brasil, por su parte, está realizando pruebas en la región del Cerrado para evaluar su comportamiento en condiciones de sequía.

El ejecutivo señaló que las semillas HB4 podrían ser particularmente útiles en el centro de Estados Unidos, donde la reciente sequía provocó importantes pérdidas en la producción de trigo de invierno. Lo cierto es que este tipo de fenómenos naturales reducen drásticamente los rendimientos del cultivo, generando pérdidas económicas significativas para los agricultores y poniendo en riesgo el abastecimiento del grano en el mercado interno e internacional.

A diferencia de los cultivos como el maíz y la soja, en los que las variedades transgénicas están ampliamente adoptadas, el trigo enfrentó una mayor resistencia por parte de los consumidores. Un ejemplo de ello fue la decisión de Monsanto en 2004 de abandonar el desarrollo de trigo transgénico en el territorio estadounidense.

Si bien Bioceres considera que un paso lógico en su expansión sería buscar la aprobación de su trigo en mercados como Rusia y Ucrania, el CEO explicó que, debido al conflicto bélico, estos países no están en los planes inmediatos de la compañía. 

En sus intentos de cotizar en bolsa, Bioceres enfrentó dos fracasos antes de lograrlo en el tercer intento. En el proceso, la compañía solo obtuvo 1,5 millones de dólares en capital, y el valor de la acción se ubicó en 4,30 dólares, lejos de los 10 dólares estimados inicialmente. No obstante, con el tiempo, la credibilidad de la empresa fue creciendo, hasta alcanzar operaciones diarias de hasta 7 millones de dólares y una capitalización cercana a los 1.000 millones de dólares, sumando deuda y capital.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.