Dom. Dic 22nd, 2024

Los expertos en el sector dieron a conocer las claves para tener un control efectivo en las malezas que atacan los cultivos. Se trata de tres puntos en particular que ayudan a potenciar el rendimiento a través de la rotación, monitoreo y tecnología especializada.

Dadas las terribles consecuencias que provocan las malezas en los cultivos, los expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Anguil y la Agencia de Extensión Rural (AER) del INTA General Pico compartieron una estrategia clave para potenciar el sector. Se trata de una gestión efectiva para evitar pérdidas económicas.

En detalle, la agricultura moderna enfrenta importantes desafíos a la hora de erradicar las malezas. Lo cierto es que estas últimas compiten de manera directa con los cultivos por recursos esenciales como agua, luz y nutrientes, lo que puede llevar a una reducción considerable en la producción.

Además, algunas emiten sustancias tóxicas que ponen en juego la seguridad de los alimentos. En algunos casos, su presencia en las cosechas es penalizada durante la comercialización, ya que significa un peligro para los consumidores. 

Por estos motivos, los especialistas elaboraron recomendaciones para que los productores puedan mejorar el manejo en aquellos suelos resistentes. El foco, en este caso, está puesto particularmente en el noreste de La Pampa, el oeste de Buenos Aires y el sur de Córdoba.

Camilo Montes, especialista de la AER General Pico, aseguró que esta especie de plantas es el principal factor biológico que limita la productividad agropecuaria. Cada una de estas regiones se ve fuertemente afectada, ya que son zonas donde se propagan rápidamente.

¿Cómo podemos controlar la maleza?

Una de las estrategias más efectivas para combatir las malezas es la rotación de cultivos, la cual también implica el uso de herbicidas. Así es como se pueden interrumpir sus ciclos de vida, dificultando su adaptación y reduciendo la presión que provoca su desarrollo.

Lo cierto es que la rotación de distintas especies de cultivos no solo enriquece el entorno, sino que dificulta la permanencia de las malezas, reduciendo su competitividad y facilitando su control.

Se sugiere tener en cuenta la incorporación de los productos químicos con mecanismos de acción variados. La aplicación continua de un mismo herbicida o de sustancias con similares funciones aumenta la probabilidad de que las malezas se vuelvan resistentes. Por ello, es esencial alternar los herbicidas y combinar diferentes mecanismos de acción para preservar la efectividad del control químico. 

Además, las tecnologías de aplicación más avanzadas permiten tratamientos específicos en las áreas problemáticas, disminuyendo el uso excesivo de herbicidas y reduciendo su impacto en el medioambiente.

¿Qué es el monitoreo de un cultivo?

Para muchos de los trabajadores del sector agropecuario, el monitoreo es la clave del éxito. En esta línea, Jorgelina Montoya -especialista de la EEA Anguil del INTA- sugirió incluir el monitoreo constante de los terrenos agrícolas como parte esencial del manejo de malezas. 

La clave está en hacer inspecciones de forma constante, lo que permite detectar a tiempo la presencia de malezas problemáticas y ajustar las estrategias de control según las características particulares de cada terreno. Este seguimiento es fundamental, sobre todo, para identificar biotipos resistentes y aplicar medidas correctas antes de que se conviertan en un problema grave.

Según Jorgelina, el monitoreo contribuye al control, presentándose como una medida preventiva. Al estar informados sobre la situación en cada lote, los productores pueden adelantarse a posibles dificultades y modificar sus prácticas de manejo de manera eficiente.

¿Qué son los cultivos de cobertura y para qué sirven?

Si bien los herbicidas son una herramienta clave en el manejo de malezas, no son la única opción disponible. Los cultivos de cobertura, por ejemplo, cumplen una función crucial durante los períodos en los que se deja el suelo sin cultivar.

Al sembrarse de manera estratégica, compiten con las malezas por los recursos y limitan su crecimiento, lo que disminuye la dependencia de productos químicos. Así es como pueden mitigar sus impactos, promoviendo el bienestar y el desarrollo.

Jorgelina Montoya destacó que estos aportan diferentes beneficios, tales como el mantenimiento de estructuras y aumentos en la captura de carbono. Esto los convierte en una opción valiosa para los productores que están interesados en llevar adelante un enfoque sostenible en las tierras.

Por otro lado, existen herramientas tecnológicas que permiten manejar las malezas sin necesidad de químicos. Una de ellas son los implementos de mínima remoción del suelo, los cuales ofrecen un control mecánico eficaz, mejorando la efectividad del manejo de malezas y favoreciendo la conservación del suelo.

En conclusión, el control eficaz de malezas exige una estrategia integral que combine prácticas agronómicas, tecnologías avanzadas y métodos químicos. La rotación de cultivos, el uso de herbicidas y el monitoreo también son componentes fundamentales de este enfoque. 

Al implementar estas medidas, los agricultores no solo logran un control más eficiente de las malezas, sino que también promueven la sostenibilidad y aumentan la productividad de sus tierras a largo plazo.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.