Dom. Dic 22nd, 2024

La agricultura sostenible depende de ciertos factores y herramientas para prosperar. Uno de ellos es la presencia de las abejas adiestradas, las cuales permiten un equilibrio en ciertos cultivos.

La agricultura sostenible depende de ciertos factores para su desarrollo, tales como las abejas. En detalle, estos insectos funcionan como polinizadores para la biodiversidad y la seguridad alimentaria, lo cual los hace fundamentales en su rendimiento.

En detalle, la polinización es un proceso fundamental para la reproducción de la mayoría de los cultivos, por lo cual resulta de gran importancia a nivel global. Entre los diferentes polinizadores, las abejas se presentan como el principal actor en este escenario.

Este animal en particular tiene la capacidad de dispersar y permitir la producción de semillas y frutos. Es importante resaltar no solo las plantas se benefician, sino también la cadena alimentaria. Muchos animales dependen, de manera directa o indirecta, de las plantas polinizadas para conseguir alimento, refugio y otros recursos.

Los humanos, por su parte, necesitan una correcta alimentación que se da a partir de la presencia de las abejas. Su importancia es tal que el desarrollo económico depende en parte de esta.

Pese a su relevancia a nivel global, la población de estas disminuyó de forma significativa en los últimos años. Esto se debe a múltiples razones, tales como el incremento en el uso de pesticidas, la pérdida de su hábitat natural por la tala y la deforestación.

A estos motivos se le debe sumar las enfermedades ocasionadas por patógenos que no se controlan a tiempo, por lo que afectan a la población entera. Esto representa una amenaza significativa para la seguridad alimentaria, la biodiversidad e incluso el trabajo de quienes se dedican a la comercialización de la miel.

Ante este escenario, los expertos en el tema sugieren tomar medidas estratégicas que permitan la protección de estos insectos. La estrategia debe estar acompañada del compromiso gubernamental, científico y social.

¿Cuál es el trabajo del CONICET para proteger a las abejas?

Un grupo de investigación de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), encabezado por el profesor Walter Farina, desarrolló un método revolucionario para mejorar la producción de los cultivos.

Según indican desde el organismo, los científicos desarrollaron un método revolucionario para incentivar a las abejas a que favorezcan la polinización de ciertas especies vegetales. Esta innovadora técnica, conocida como polinización dirigida, tiene el potencial de incrementar la producción agrícola hasta en un 90%.

Si bien estos insectos polinizan diversas plantas, los apicultores deseaban una mayor concentración en ciertas flores para fines específicos, como la polinización de cultivos o la producción de miel monofloral.

Para abordar esta necesidad, los científicos de la UBA estudiaron cómo estos se comunican sobre la ubicación y calidad de las fuentes de alimento. Durante la investigación, descubrieron que se guían por los olores florales.

Al usar un método de entrenamiento, los investigadores lograron que los animales se enfoquen más rápidamente en flores específicas. Esto fue posible gracias al uso de ciertas fragancias que realzaron el aroma de ciertos cultivos, como girasoles, manzanas, peras, arándanos, kiwis y almendras.

De esta manera, consiguieron dirigir la atención de las abejas hacia estas plantas en particular, por lo que se espera beneficiar de forma directa a quienes se encuentran implicados en este tipo de actividades.

¿Cómo funcionan las fragancias potenciadoras del CONICET?

El éxito de este enfoque científico se basó en enseñar a las abejas a asociar una fragancia sintética con una recompensa. El equipo de Farina las expuso a un olor sintético desarrollado por ellos y, a continuación, les dio una solución azucarada como premio. 

Así es como este  procedimiento las condicionó a vincular ese olor específico con la obtención de alimento. Se trata de un entrenamiento que trajo grandes resultados en el sector. 

Una vez entrenadas, estas comenzaron a buscar de forma activa el aroma aprendido en el entorno natural y compartieron esta información con otras presentes en la colmena. La manera de hacerlo es  mediante danzas y el intercambio de néctar. 

Esta forma de comunicarse fortaleció la memoria olfativa de la colonia, permitiendo que incluso aquellas no entrenadas reconocieran y recolectaran rápidamente cuando encontraban un aroma similar.

Después de años de investigación, las fragancias desarrolladas por los científicos del CONICET aumentaron la atracción de las abejas hacia determinadas plantas entre un 20% y un 90%, contribuyendo de forma significativa al proceso de polinización. 

Es importante resaltar que el método, que requirió una década de desarrollo, fue patentado por su potencial económico en Argentina, Estados Unidos y China. Actualmente se encuentra en proceso de patentación en la Unión Europea, Australia y varios países de América Latina.

¿Cuáles son los beneficios de la polinización dirigida?

La polinización dirigida no solo aumenta la eficiencia del proceso natural, sino que también tiene importantes beneficios económicos al mejorar la producción agrícola, beneficiando a los apicultores, por ejemplo.

Además, esta técnica puede optimizar la producción de mieles monoflorales, permitiendo obtener un producto más puro al predominar un único tipo de flor. Este avance promete transformar la práctica de la actividad. 

Se prevé que la técnica también ayude a reducir problemas como la polinización cruzada no deseada y mejorar la calidad de las cosechas. Esto demuestra que la polinización dirigida ofrece una solución innovadora que podría tener un impacto duradero.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.