Dom. Dic 22nd, 2024

El INTA desarrolló dos nuevos productos para promover el desarrollo del sector agrícola. Se trata de una tecnología especializada para determinar la variación del agua en el suelo, de forma libre y gratuita a través de la plataforma SEPA.

La producción agrícola ganadera de Argentina se desarrolla bajo sistemas de secano, es decir, sin riego. Al depender exclusivamente de la disponibilidad de agua en los suelos, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) creó una tecnología especial para cambiar este escenario. 

En detalle, los especialistas del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar junto con el INTA San Luis presentaron una actualización del balance hídrico, la cual permite conocer en detalle la humedad que está presente en el suelo.

El propósito de este desarrollo es comprender con mayor definición el contenido de agua. Dicha herramienta se encuentra disponible en la plataforma SEPA. Cabe destacar que esta información es esencial para el sector agropecuario del país.

Esta forma parte de las herramientas satelitales del INTA que permiten el seguimiento de la producción local. Así es como los trabajadores pueden implementar estrategias correctas, evitando pérdidas tanto económicas como ambientales.

Resulta necesario obtener datos precisos y en tiempo real sobre el estado de los cultivos, dado que esto ayuda a tomar decisiones informadas sobre el rendimiento y la optimización de las prácticas agrícolas. 

De esta manera, las tecnologías pueden optimizar el trabajo y asegurar una gestión responsable de los recursos. El alcance es nacional, por lo que se tienen en cuenta todas las provincias del país, tales como Corrientes, Chaco y Formosa.

El nuevo balance tiene en cuenta el total de las áreas de cultivos anuales en secano. En tanto, indicó Lucas Gusmerotti -investigador del Instituto de Clima y Agua- detalló que se incorporaron fuentes con mejor representatividad espacial para tener en cuenta las precipitaciones y demanda atmosférica. 

El investigador destacó que, al diferenciar las salidas de agua del perfil entre transpiración y evaporación, se pudo crear un producto que indica el porcentaje de agua que el cultivo puede extraer del suelo. Esto permite satisfacer las necesidades del suelo, sin afectar su crecimiento.

En este sentido, subrayó la importancia de esta herramienta tanto para la producción de cultivos anuales como para recursos forrajeros, ya que permite estimar en qué medida se puede alcanzar el crecimiento potencial de estos.

¿Cuáles son los beneficios del balance hídrico?

Desde el sector aseguran que esta herramienta se destaca por la posibilidad de planificar las labores y las estrategias necesarias para manejar –por ejemplo- la elección de la fecha de siembra o la determinación del momento oportuno de fertilización.

Aquellos que opten por el balance hídrico elaborado por SEPA podrán estimar los rendimientos de los cultivos, tanto a nivel local como regional. Asimismo se puede determinan las necesidades de riego, delimitar los ambientes e identificar los períodos de déficit y excesos de agua para los cultivos.

Este proporciona, al final de cada década, el contenido de agua que se encuentra en los pisos hasta una profundidad de dos metros, o menor si hay limitaciones del suelo. En este caso, la información se presenta en cuatro formas. 

La primera es el agua disponible con respecto al máximo posible en hasta dos metros, que representa la relación porcentual entre la vegetación y la capacidad para retener líquidos. 

Por otro lado, el agua disponible en el suelo en hasta dos metros, lo cual muestra el contenido de agua disponible para la vegetación al final del período informado. 

En tercer lugar está la variación del agua disponible, que evalúa el cambio en el agua disponible al final de un período de cada diez años consecutivos en comparación con el final del período anterior. 

Por último, el confort hídrico, que es la relación entre el agua transpirada por la vegetación. Esta puede estar limitada por la disponibilidad en el suelo, y la demanda transpiratoria, que depende de la demanda atmosférica y la cobertura verde.

¿Cómo calcular el contenido de agua del suelo?

El contenido de agua en el suelo se calcula equilibrando las entradas y salidas de agua. La entrada principal es la precipitación, ajustada diariamente usando datos satelitales y registros de estaciones meteorológicas del INTA y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

La salida de agua, en forma de vapor, es la evapotranspiración real. Esto se estima con un coeficiente dual que distingue entre transpiración y evaporación. 

Primero, se calcula la demanda atmosférica diaria mediante la interpolación de la evapotranspiración de referencia, usando datos meteorológicos. Luego, se ajusta con un coeficiente basado en la cobertura verde para determinar la demanda transpiratoria y la transpiración real.

Para estimar la evaporación desde la superficie del suelo, se usa un modelo de dos fases que considera la presencia de material muerto, estimado a partir de imágenes satelitales con una resolución de 500 metros. Esto equivale a un total de 25 hectáreas.

Esta información se obtiene mediante un sistema de recepción satelital que permite acceder a imágenes de diferentes satélites varias veces al día, proporcionando datos continuos y en tiempo real para todo el territorio argentino.

Respecto a la capacidad de retención de agua en el suelo y su disponibilidad para los cultivos, se puede estimar a partir de la textura de cada horizonte del suelo, usando mapas elaborados por el INTA. 

En estos casos se considera que las raíces de los cultivos anuales pueden extraer agua hasta una profundidad de dos metros, aunque esto puede verse limitado por la presencia de piedras o texturas arcillosas. Una vez obtenida la información, se calcula la cantidad de agua disponible.

Jorge Mercau, investigador del INTA San Luis, explicó que este nuevo balance cambia la forma de modelar, separando la evaporación de la transpiración. Se usan datos satelitales para estimar la demanda de líquidos y la cantidad de material muerto que obstaculiza la evaporación. 

Así, para cada área de 25 hectáreas, se estima la capacidad de los cultivos para transpirar y la capacidad del suelo para retener humedad. Es una forma práctica, integral y novedosa de trabajar en el sector agrario.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.