Dom. Dic 22nd, 2024

Ante la llegada del invierno, la aplicación de los herbicidas preemergentes resulta esencial para el buen manejo de malezas. La terbutilazina es una solución versátil clave para llevar adelante excelentes esquemas de manejo.

La campaña de invierno comenzó, por lo que el manejo de malezas resulta esencial para cuidar el desarrollo de los cultivos. De hecho, se trata de una de las principales preocupaciones agronómicas que enfrentan los productores.

Entre las herramientas más eficientes para potenciar el rendimiento de los cultivos, se encuentra la terbutilazina, un producto que funciona como un herbicida pre emergente. 

Desde el sector aseguran que este es un elemento fundamental para controlar aquellas malezas difíciles en una amplia variedad de cultivos de invierno, entre los que se encuentra el trigo, la cebada, la lenteja, el garbanzo y la arveja. 

Dicha solución versátil es sumamente efectiva para los cultivos de servicio, como el maíz, el centeno y la avena. Esto demuestra que es beneficiosa en múltiples espacios, sin importar las condiciones climáticas.

Entre sus características se observa la extensa capacidad de adaptarse a diferentes esquemas de manejo, tanto en barbechos cortos como largos, sin limitar las opciones al productor actual.

¿Cuáles son los beneficios de los herbicidas?

En el caso de la terbutilazina, las ventajas giran en torno al combate contra la resistencia que se presenta en las malezas. Se trata de un componente esencial en la rotación de modos de acción herbicida.

Muchos la consideran como una inhibidora sumamente efectiva para tratar aquellas malezas que son resistentes al ALS, es decir, la enzima acetolactato sintasa. 

Cabe destacar que cuando se desarrolla una resistencia a estos herbicidas, la enzima ALS en las malezas muta o se adapta de manera que ya no pueden inhibirse de forma eficaz, permitiendo que sobrevivan y prosperen a pesar de la aplicación de estos productos químicos.

En contraposición, la terbutilazina cuenta con una eficacia de control que alcanza el 90%, particularmente en especies difíciles como Conyza sp. y Brassicae sp. En situaciones de altísima presión, esta garantiza un lote limpio y una reducción del banco de semillas a lo largo del tiempo.

Otra de las grandes ventajas es su flexibilidad de uso en diversas prácticas agrícolas. Es ideal para ser utilizada en programas de barbecho tanto cortos como largos, permitiendo a los agricultores planificar sus aplicaciones según sus necesidades específicas.

Este escenario les permite trabajar sin preocuparse por restricciones de tiempo o compatibilidad con otros productos en diferentes cultivos. Esto la posiciona como un método de control seguro y versátil.

Por otro lado, es económicamente sustentable, ya que tiene un costo por dosis muy accesible. Su relación costo beneficio es superior a la de algunos tratamientos tradicionales y ofrece una alternativa más económica en comparación con otros herbicidas pre emergentes como el Pyroxasulfone, por ejemplo.

¿Qué relación tienen los herbicidas con la sustentabilidad?

Andrés Bottino, gerente comercial de la fábrica SIGMA Agro, considera que es necesario ofrecer una variedad de productos que permitan abordar de forma integral los problemas que actualmente afrontan los agricultores. Al mismo tiempo, el foco debe estar puesto en la sostenibilidad a largo plazo.

Cualquiera sea la práctica agrícola, Bottio indica que debe verse reflejado el compromiso laboral. En esta línea, la terbutilazina promueve un manejo eficiente que ayuda a preservar la integridad de los suelos y los ecosistemas.

Se trata de una opción atractiva tanto técnica como económicamente, con la capacidad de mezclarse con otros herbicidas pre emergentes y actuar de manera sinérgica para controlar un espectro más amplio de malezas.

¿Qué son las malezas concepto?

Se entiende por maleza a las plantas que crecen en lugares y épocas no deseadas, compitiendo directamente con los cultivos por recursos como agua, luz y nutrientes, lo que obstaculiza su crecimiento y desarrollo. 

En la agricultura orgánica, el principio básico para el manejo de malezas es la prevención. Un manejo acorde en este tipo de situaciones implica crear condiciones desfavorables para su desarrollo en tiempo y lugar.

Es importante resaltar que las malezas no afectan de igual manera a los cultivos durante todo su ciclo de vida, ya que estos son más sensibles a la competencia en sus etapas iniciales de desarrollo.

Durante esta fase, los cultivos son más vulnerables al ataque de plagas y enfermedades. En etapas más avanzadas, la competencia con las malezas es menos crítica, dado que estas pueden dificultar las labores agrícolas y la cosecha.

Por esta razón, es fundamental no descuidar el control incluso después del período crítico de competencia. Las miradas deben estar puestas en mantener las poblaciones de malezas en niveles que no afecten significativamente el rendimiento y la calidad de los cultivos.

¿Qué plantas son maleza?

En la actualidad, existen diferentes tipos de malezas que compiten por la luz, los nutrientes y el espacio con el pasto, disminuyendo tanto su calidad como cantidad. Asimismo pueden intoxicar al ganado o causar heridas con sus espinas, lo cual afecta el rendimiento productivo de los bovinos.

Las más conocidas son: leñosas, semileñosas y herbáceas. Cada una de ellas se caracteriza por su abundancia y diversidad en los potreros. En tanto, presentan hojas anchas. 

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.