El CONICET identificó un mecanismo molecular sumamente revolucionario para el sector agrícola. Se trata de un descubrimiento que podría ayudar a la reasignación de los recursos energéticos de las plantas.
Los especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) identificaron un tipo de cultivo que es sumamente rentable en el país. Se trata de unos mecanismos moleculares que cambiarán para siempre a la industria alimentaria.
En detalle, los científicos del CONICET hallaron que el crecimiento de los tallos de la planta Arabidopsis thaliana está controlado por mecanismos moleculares que pueden mejorar algunos cultivos. Entre los más importantes, se encuentra el maíz, el trigo y la soja.
Un estudio publicado en la revista científica Plant Physiology muestra cómo manipular estos mecanismos podría aumentar la producción de granos por hectárea al reducir la altura de los tallos. Esto permitiría que las plantas destinen más energía a los granos, impactando directamente en el desarrollo de los cultivos.
El equipo de investigación, dirigido por Javier Botto del CONICET, encontró que el gen BBX28 es crucial para el crecimiento de los tallos, ayudando a la planta a evitar la sombra de aquellas que se encuentran cercanas y captar más luz solar, esencial para la fotosíntesis.
Este mismo regula otros genes, especialmente aquellos que están relacionados con la hormona de crecimiento auxina, la división y elongación de las células, lo que favorece el crecimiento de los vástagos.
Además, descubrieron que otra proteína, COP1, es esencial para estabilizar al gen BBX28, especialmente al final del día. Sin COP1, este no se estabiliza de forma adecuada, por lo que se inhibe el crecimiento de la planta en condiciones de sombra.
Los expertos argentinos coinciden en que manipular estas proteínas podría permitir el desarrollo de cultivos de menor altura. Así es como podrían producir más granos y crecer en mayor una densidad.
Por último, aseguran que de esta manera también se pueden prevenir problemas como la caída de los cultivos debido al viento. Estos son unos de los tantos motivos por lo cual resulta fundamental la reducción de la altura de los tallos.
Es importante destacar que, si bien estos descubrimientos se hicieron en Arabidopsis thaliana, Botto y su equipo creen que podrían aplicarse a cultivos con genomas más complejos.
Los descubrimientos científicos en el sector agrícola indican que controlar estos mecanismos podría mejorar significativamente el rendimiento de los cultivos y la producción de biomasa verde.
¿Qué son los tallos y cuál es su función?
Se trata de un órgano portador de hojas, flores y frutos. A diferencia de las raíces, estos presentan un geotropismo negativo, tiene nudos y entrenudos, yemas y hojas desarrolladas.
El tallo básicamente es el eje de la planta, dado que sostiene todo aquello que contiene. En tanto, disponen de un mecanismo que permite captar la radiación solar necesaria para garantizar el bienestar y el crecimiento.
Aquellas que no tienen hojas distinguibles a simple vista, como es el caso de las cactáceas, su tallo se encarga de realizar la fotosíntesis. En numerosas especies, también actúa como un órgano de almacenamiento de agua y nutrientes fotosintetizados, especialmente antes de la etapa reproductiva.
¿Qué tener en cuenta para hacer una cosecha de granos?
Ante las adversidades climáticas, los expertos en el sector indican que es sumamente importante llevar a cabo una planificación adecuada para incrementar la eficiencia en el campo. En esta línea, Diego Villarroel –especialista en agricultura de precisión del INTA- brindó una serie de recomendaciones.
Para Diego, la clave está en caracterizar las condiciones del cultivo y su heterogeneidad en la madurez de los tallos, así como la humedad del grano. Se deben detectar los diferentes factores para definir un modo de trabajo óptimo.
Según el especialista, en muchas ocasiones es mejor cosechar con humedad. Esto asegura la minimización de pérdidas que hay en las cosechas, particularmente gracias a la ayuda de ciertos equipos como cosechadoras, tolvas, camiones, embolsadoras, entre otras.
En el marco de las actuales condiciones climáticas, sugiere adelantar la cosecha de soja lo máximo posible y no esperar a que los granos alcancen un porcentaje óptimo de humedad, ya que retrasar la cosecha podría ser riesgoso y costoso.
Si la soja con 13,5% de humedad recibe lluvias durante más de diez días, las pérdidas en cantidad y calidad pueden ser mayores que si se comienza a trillar con un 15% de humedad. Esto disminuye de forma significativa el gasto en cuestión.
Desde el INTA informan que si el cultivo todavía tiene margen de maduración pero el clima es variable, es recomendable adelantar la cosecha y realizarla con una humedad del 15%, ya que estos niveles son manejables en la poscosecha.
No se debe esperar a que el grano llegue al 13,5% de humedad para empezar a cosechar, ya que adelantarla y hacerlo con un 15% reduce las pérdidas al menos un 50%.