Las prácticas agrícolas son esenciales para llevar a cabo un cultivo exitoso. En esta línea, resulta importante controlar las plagas y las enfermedades que afectan a las cosechas.
Las plagas pueden ser una de las principales causas de las pérdidas que atraviesan las cosechas y los cultivos, lo que resulta en una disminución de beneficios dentro de la industria. Ante este escenario, resulta sumamente importante comprender qué es lo que afecta a cada planta. Solo de esta manera se puede actuar rápidamente y tomar medidas preventivas para proteger las plantaciones.
En los cultivos de hortalizas, es común observar daños causados por plagas como pulgones, araña roja y mosca blanca, que encuentran en estas plantas una fuente confiable de alimento. Por eso, es indispensable implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) para reducir el riesgo de que estos insectos destruyan el cultivo.
El punto también está en aplicar medidas de control para evitar daños que podrían llevar a pérdidas económicas y afectar la producción y competitividad. Sin una estrategia, el desarrollo podría verse destruido por completo.
Cabe destacar que, a lo largo de la historia, los seres humanos buscaron métodos para deshacerse de las plagas, con resultados variables. Sin embargo, hay consenso en que la mejor forma de evitar las plagas es mediante la prevención, aunque no es fácil de lograr, especialmente con los modelos de producción actuales.
Dichas plagas pueden entenderse como una acción repentina y masiva de seres vivos de la misma especie que causan daño a las poblaciones vegetales o animales. En un contexto de producción que se caracteriza por el monocultivo y la eliminación de períodos de descanso del suelo, es difícil quitarlas.
Los expertos coinciden en que los actuales modelos de cultivo promueven en cierta medida la aparición de insectos maliciosos. En tanto, el uso excesivo de fertilizantes también puede favorecer su proliferación, lo que impacta de forma directa en el trabajo.
La mejor manera de detectar plagas en las tierras agrícolas es a través de los sistemas de monitoreo regulares en el campo. Se sugiere conocer cada uno de los tipos existentes que pueden impactar en la cosecha, teniendo en cuenta el lote y la etapa del ciclo en la que se encuentra.
Además, es esencial considerar las condiciones climáticas recientes, ya que pueden ofrecer pistas valiosas sobre la posible presencia de enfermedades u hongos. Durante el monitoreo, es probable encontrar una variedad de insectos que para nada contribuyen en el desarrollo.
En la actualidad, existen numerosas fuentes bibliográficas que ayudan a identificar el tipo de insecto, el deterioro que puede causar y el nivel de daño económico. Es crucial tener en cuenta este último para aplicar las medidas de control en el momento adecuado, evitando tanto la intervención prematura como la tardía, ya que un manejo incorrecto podría no ser rentable.
En el caso de los hongos, su estructura reproductiva suele ser visible, facilitando su identificación. Si no se está seguro, siempre es recomendable buscar ayuda profesional para confirmar la presencia de hongos y tomar las medidas necesarias.
¿Cuáles son las plagas más comunes que atacan a los cultivos?
Existen diversos tipos de plagas que afectan a los cultivos agrícolas, las cuales pueden variar según cada región. Por ello, se aconseja mantenerse informado sobre aquellas que afectan a determinadas plantas locales.
Para comenzar, la polilla del tomate se destaca por causar estragos, dañando los frutos y reduciendo significativamente la producción. Los pulgones, insectos chupadores de savia, afectan a una amplia variedad de cultivos como cereales, hortalizas y frutas, debilitando las plantas y transmitiendo enfermedades.
La mosca de la fruta también es relevante, ya que daña frutas como cítricos, manzanas, peras y ciruelas, afectando la pulpa y disminuyendo su calidad. El escarabajo de la batata, en cambio, daña las hojas y disminuye la calidad y cantidad del tubérculo.
Finalmente el gusano de alambre, larva de escarabajo, se alimenta de las raíces, causando daños importantes y afectando el crecimiento de las plantas.
Cada uno de estos ejemplos deriva a la misma conclusión, básicamente entender y gestionar estas plagas para proteger los cultivos y asegurar una producción agrícola eficiente y sostenible.
¿Cómo prevenir la aparición de las plagas en los cultivos?
Desde el sector recomiendan aplicar una serie de técnicas de prevención, con el fin de mantener un entorno limpio y ordenado alrededor de las cosechas.
Para asegurar una producción exitosa y rentable, es fundamental la rotación de cultivos, lo cual implica cambiar aquellos que son de temporada en una parcela específica. Esto interrumpe el ciclo de vida de muchas plagas, reduciendo su impacto.
Además, es importante seleccionar las variedades resistentes a este tipo de escenario. Así podrás disminuir la susceptibilidad de los cultivos a infestaciones y reducir la necesidad de aplicar pesticidas.
En este punto también se debe limpiar de forma para eliminar los restos de cultivos anteriores y las malezas. Esto quita cualquier tipo de refugio y fuente de alimento para las plagas, disminuyendo su propagación.
Es importante resaltar que las prácticas agrícolas sostenibles contribuyen a este panorama. La conservación del suelo y la diversificación de los cultivos, permite crear un entorno menos propenso a las plagas.
Al seguir cada uno de estos consejos se podrá proteger los cultivos y garantizar una producción exitosa y rentable. A la vez, se podrá minimizar el impacto ambiental gracias a la reducción del uso de pesticidas.