La industria alimentaria incorpora cada vez más el uso de la tecnología para producir abastecimiento. Desde el sector aseguran que el escenario en los próximos años cambiará por completo, con propuestas innovadoras y exóticas.
El incremento del hambre global a 828 millones de personas en 2021, según datos de las Naciones Unidas, refleja la urgencia de transformar la industria de los alimentos. En respuesta, el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) identificó tres tendencias para una alimentación futura más saludable y accesible.
La primera, carne análoga, busca imitar las características de la carne usando ingredientes vegetales. A través de la extrusión, se logra una textura similar a la carne real. Este mercado, estimado en 4.000 millones de dólares para 2027, ofrece alternativas como carne molida, trozos de pollo y cecinas, todo sin proteínas de origen animal.
Las otras tendencias abordan la economía circular, con snacks de ingredientes recuperados, y la obtención de ingredientes naturales para productos con etiqueta limpia. Estas iniciativas buscan no solo mejorar la salud pública, sino también promover prácticas más sustentables en la industria alimentaria.
¿Cómo será la comida del futuro?
La CeTA brindó detalles acerca de las tres alternativas más destacadas, de cara a los próximos años. Los tres casos reflejan el desarrollo de la tecnología, la cual obliga a adoptar nuevos caminos que vayan a la par de las nuevas exigencias del mercado.
La carne análoga es un término que describe alimentos que imitan las características de la carne sin contener proteínas animales. Estos productos, elaborados a partir de ingredientes vegetales, pasan por un proceso de extrusión especial.
En este proceso, los ingredientes se mezclan y calientan, creando una masa fundida que se somete a un flujo de cizallamiento para formar fibras. Una vez enfriada, esta masa adquiere una textura similar a la carne.
De esta manera, se logra un auténtico sabor con productos basados en plantas, como carne molida, trozos de pollo o cecinas. En esta línea, se estima que el mercado global de sustitutos de carne alcanzará los 4.000 millones de dólares para 2027.
En el caso de los snacks con ingredientes recuperados, la FAO asegura que entre el 25% y el 33% de los alimentos que se producen al año para el consumo humano se pierden o se desperdician a nivel mundial. Por este motivo, el desperdicio se presenta como una problemática significativa en la actualidad.
Frente a este desafío, CeTA respaldó a miles de emprendedores centrados en la creación de snacks. En detalle, se llevó a cabo una colaboración en los centros de innovación, con el fin de desarrollar una variedad de alimentos que reducen el desperdicio de materias primas o recuperan descartes de frutas y verduras.
Esta iniciativa no solo crea alimentos nutritivos que proporcionan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, sino que también contribuye al medio ambiente.
Entre los proyectos más influyentes en la actualidad, se encuentra el caso de B-Japi, el cual surgió de la próspera industria vinícola. Se enfoca en la creación de un snack sumergible a partir del orujo de uva reciclado, como una fuente de materia prima sostenible para producir alimentos saludables a precios más accesibles.
Gracias al empleo de tecnología de deshidratación al vacío por microondas y extrusión por cocción, se logra desarrollar un producto especial que conserva las propiedades nutricionales, químicas y bioactivas del orujo de uva del vino tinto.
La propuesta marca un antes y un después en el mercado, ya que contribuye a la sensación prolongada de saciedad, mejora la función digestiva del tracto intestinal y protege la flora bacteriana. Al mismo tiempo tiene en cuenta el bienestar del medio ambiente.
Otro caso destacado es el de los cereales con residuos de cebada. La empresa Triunfocervecería es un claro ejemplo sobre cómo se aprovecha de forma eficiente el bagazo de cebada, un subproducto que representa aproximadamente el 25% de la producción de cerveza.
La compañía apuesta por un cereal que incluye bagazo de cebada, el cual es rico de propiedades saludables, formando parte de un enfoque de economía circular.
Este proyecto innovador abarca desde la creación de prototipos hasta la producción a gran escala, pasando por la validación nutricional y sensorial del cereal de desayuno. Así, representa una valiosa propuesta hacia la producción sostenible de cerveza, al reutilizar un subproducto de manera innovadora.
El rol de los productos etiquetados en el mercado actual
La tendencia de la etiqueta limpia, también conocida como «Clean Label», forma parte de un movimiento comercial que busca abordar la preocupación de los consumidores que buscan alimentos con ingredientes naturales.
Estas etiquetas muestran una lista reducida de ingredientes, sin aditivos innecesarios, con información clara y comprensible para los compradores conscientes de lo que consumen.
Gracias a tecnologías como la concentración al vacío, las líneas de emulsión y el secado al vacío asistido por microondas, se pueden obtener ingredientes naturales que se incorporan en productos alimenticios, garantizando así una etiqueta limpia.
Esta tendencia es cada vez más relevante entre los consumidores debido a su respuesta a la creciente conciencia sobre la alimentación saludable. En tanto, se proyecta que en los próximos años se convierta en el nuevo estándar de la industria alimentaria.