Dom. Dic 22nd, 2024

Los alimentos transgénicos continúan generando polémica en el mundo, dadas sus ventajas y desventajas. Algunos de sus defensores en la industria destacan sus propiedades.

El escenario mundial ante el avance de los transgénicos

Las investigaciones más importantes del mundo indican que la población se triplicará un tercio para 2050, por lo que se espera una mayor demanda de alimentos. Este escenario supone además que la producción agrícola tendrá que aumentar hasta un 70%.

A esta situación se le debe sumar una posible duplicación en el consumo de carne. Todas estas variables indican que la industria alimentaria tendrá que avanzar a la par de las nuevas exigencias de los consumidores.

En detalle, el sector agrícola nota una cierta obligación en la modificación de los métodos en los que se maneja. El aumento acelerado de la población y la creciente necesidad de alimentarse marca un antes y un después en el trabajo de los cultivos.

Sin embargo, existe una realidad que se vincula con los impactos negativos que estos provocan en la naturaleza. El trabajo excesivo en las hectáreas y la gran cantidad de agua que se usa para cultivar no promueven un cuidado responsable.

De hecho, se nota una situación insostenible desde el punto de vista ecológico. Entre los más afectados, están los agricultores quienes sufren más que nadie los impactos que se producen en el ambiente. Estos últimos además presentan un riesgo para la economía local.

Son estos quienes además deben afrontar los distintos factores ambientales, como el cambio climático y los desgastes que va notando el suelo.

En la actualidad, el planteo que circula dentro del sector implica usar menos superficie de tierra y volumen de agua, con un menor riesgo económico. Sin la ciencia no se podría lograr dicho escenario, acompañado del control de plagas y enfermedades.

La ayuda de los profesionales les permitió conseguir una mayor productividad en menos superficie, lo cual fue posible gracias a la manipulación del material genético contenido en el ADN.

La alteración de los cultivos para hacerle frente a las demandas alimentarias

El cultivo transgénico se da a partir de la alteración que sufre una planta, al registrar nuevos genes. Se trata de una manera de hacer rendir a los suelos frente a las malas condiciones climáticas y a las enfermedades que en muchos casos se dan a partir de las plagas de insectos.

Su único punto en contra se centra en la aplicación excesiva de herbicidas que usan los productores. Además, aseguran que la modificación genética puede ocasionar riesgos en la salud de las personas y animales.

La polémica en torno al uso del transgénico

Si bien aportan ciertas ventajas en la industria agrícola, lo cierto es que los productores indican las posibles afecciones que podrían sufrir los insectos que no causan daños en los cultivos. En tanto, los cultivos transgénicos desarrollan resistencia a los virus.

De todos modos, cabe destacar que algunos países como Argentina se vieron beneficiados, al generar ingresos económicos por más de 100.000 millones de dólares.

China importa alrededor de 1.5 millones de toneladas de maíz blanco, ya que no es transgénico. En México la prioridad es diferente. La discusión sobre su uso continúa, aunque a la par cultivan algodón modificado.

El actual Presidente mexicano se negó de forma rotunda a hacer uso de ellos y ordenó a una de las autoridades más importantes del país a indagar sobre los daños que generan en la población.

Hasta el momento se notaron tres tipos de riesgos ecológicos.

  1. Alteración en los componentes principales de una población
  2. Recepción de material genético a partir del consumo de alimentos
  3. Contaminación ambiental

Mientras unos apoyan el uso masivo de los transgénicos, otros instan a investigar sobre las consecuencias para la salud. La preocupación es de tal nivel que varios representantes del sector se unieron para obtener más información al respecto.

El objetivo a nivel global es comprender el impacto que pueden tener los cultivos modificados en los rendimientos comerciales y naturales. Se busca una manera de potenciar el desenvolvimiento de la producción, mientras se cuida al medio ambiente.

Al mismo tiempo se apunta a un tipo de cultivo más sostenible, que no genere una huella ambiental significante para las próximas generaciones. Ante ello, la agricultura debe apostar por una elaboración mundial sin emisiones de carbono. 

Los cultivos transgénicos deben ofrecer un excelente retorno de la inversión, sin descuidar el ecosistema donde se desarrolla ni la salud de los consumidores. Así es como podrían obtener un desarrollo integral.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.