Dom. Dic 22nd, 2024

Los alimentos transgénicos se encuentran en el mundo, generando polémica y debate. En la actualidad, hasta el alimentos menos pensado se encuentra modificado por los grandes productores. 

En la actualidad, es probable que consumas alimentos transgénicos sin saberlo. El desarrollo tecnológico dentro del sector alimentario permite cada vez más la producción de comidas modificadas, con el fin de potenciar el rendimiento de los cultivos y satisfacer las demandas mundiales.

En detalle, los cultivos de este tipo se llevan a cabo ya que son más resistentes a las enfermedades y las situaciones naturales extremas, como pueden ser las sequías y las altas temperaturas.

Si bien desde la vista del consumidor pueden verse más atractivos y nutritivos, lo cierto es que la realidad es totalmente diferente. La industria, que lleva creciendo desde la década de los 90, apuesta por la ingeniería genética y las nuevas aristas del mercado.

En detalle, los productores manipulan los genes de una planta o un organismo para lograr un producto con ciertos rasgos deseables. Esto incluye tamaño, color, entre otras variables.

Su adopción se ve a nivel global, por lo que este tipo de alimento incluso se encuentra en la canasta básica. 

A diferencia de las grandes corporaciones, los consumidores informados notan una cierta preocupación ante las posibles consecuencias.

Por ello, será de suma importancia entender cuál es el propósito del alimento transgénico y cuáles son los beneficios y las desventajas en la rutina diaria.

El escenario detrás de los alimentos transgénicos

Según indican los expertos en el tema, estos se desarrollan con el objetivo de mejorar la calidad y el rendimiento de los cultivos, de la siguiente manera:

  • Resistencia a enfermedades y plagas de insectos

La tecnología que usa el sector permite modificar los genes de las plantas para hacerlas más resistentes a situaciones inesperadas. Así es como también disminuyen el uso de los pesticidas y mejora la labor diaria.

  • Tolerancia a condiciones climáticas extremas

La modificación hace que los cultivos puedan sobrellevar los fuertes vientos, las lluvias intensas, las olas de calor, entre otros fenómenos climáticos. Al desarrollar tolerancias especiales pueden adaptarse a cualquier situación que se le imponga.

  • Mejor valor nutricional

La variación genética aumenta el contenido de nutrientes e incluso elimina aquellas sustancias que son dañinas para la población. En esta línea, existe la posibilidad de incrementar las grasas saludables, lo que mejora su calidad nutricional.

Cabe destacar que este tipo de modificaciones recibe críticas, particularmente por parte de organizaciones ambientalistas que señalan un peligro para los consumidores tradicionales.

Entre los puntos más débiles de los alimentos transgénicos, se encuentra la deforestación y la destrucción de los ecosistemas. En detalle, se dice que la agricultura industrial usa más del 75% de los recursos agropecuarios, generando una gran emisión de gases de efecto invernadero.

Esto indica que contribuye al cambio climático, por lo que miles de organismos vivos se encuentran bajo alerta. La elaboración de los productos químicos, como fertilizantes y plaguicidas, son la principal razón de este escenario.

Por último, contribuyen a la desigualdad social, ya que la agricultura industrial perjudica de forma directa a los pequeños agricultores y productores. El poder se concentra en manos de pocas empresas.

La clave para identificar un alimento transgénico

No todos los países cuentan con el sistema de etiquetado, el cual permite distinguirlos en el supermercado. En América Latina, por ejemplo, son muy pocas las naciones que cumplen con esta normativa.

Ante ello, hay un método casero para descubrirlo. A cuanta mayor atracción y perfección, más probabilidades hay de que esté modificado genéticamente.

A continuación, los alimentos transgénicos menos conocidos que suelen presentarse en la rutina diaria de las personas.

  • Arroz

Junto con el maíz y el trigo, el arroz es uno de los alimentos más importantes en el mundo. De hecho, constituye la principal fuente de alimento para casi la mitad de la población mundial.

La plantación se encuentra en las regiones tropicales y subtropicales, destacándose ampliamente China e India. Tailandia, por su parte, es el primer exportador del mundo.

  • Tomates

El tomate fue el primer cultivo modificado genéticamente disponible, al arribar a Estados Unidos en 1994. Sin embargo, en la actualidad ya no se lo encuentra.

Por otra parte, el puré de tomate también tuvo un gran éxito a mediados de los años 90 en Gran Bretaña. Su particularidad estaba indicada a través del sistema de etiquetas.

  • Manzanas

Esta fruta se encuentra afectada por una enfermedad que provoca una bacteria, la cual ingresa mediante las grietas de la planta o por las flores. Hasta el momento, no hay medios que sean seguros y sirvan para combatir este tipo de afecciones.

Las autoridades europeas trabajan para encontrar una respuesta en la ingeniería genética. Se busca entonces que ciertos genes produzcan determinadas sustancias y destruyan así a los agentes patógenos.

  • Bananas

Las plantaciones de plátanos se ven afectadas por una enfermedad en particular, la cual provoca una infección constante e incontrolable. Muchos esperan que la tecnología transgénica pueda ofrecer una solución.

En tanto, las miradas están puestas en las bananas silvestres.

  • Uvas

A mitad del siglo XIX muchas nuevas enfermedades aparecieron en Europa procedentes de América. Las variedades de uvas se mantuvieron vulnerables a estas afecciones, por lo que la modificación fue esencial para mejorar su resistencia.

El uso intensivo de fungicidas todavía es común en muchos viñedos, tal es así que los trabajadores pueden rociar hasta ocho veces al año sus plantaciones, lo que eleva los costos de producción.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.