Dom. Dic 22nd, 2024

La elección de alimentos saludables impacta de forma directa en la calidad de vida de una persona. En esta línea, es necesario distinguir las diferencias de cada uno.

El interminable debate sobre los alimentos transgénicos y orgánicos

La preocupación por tener un buen estado de salud es un tema cada vez más presente en la sociedad actual, dado el aumento de consciencia y el avance de los estilos culturales. En esta línea, la alimentación cumple un rol esencial debido a la popularidad que tuvieron últimamente los alimentos orgánicos.

A diferencia de los alimentos modificados, estos tienen una mejor carta de presentación. Desde hace un tiempo se los relaciona con la seguridad gastronómica y las propiedades nutricionales mismas de la naturaleza.

En detalle, los alimentos que tienen los genes cambiados generan dudas y debates sobre la seguridad en su consumo. Si bien algunos expertos los defienden, hay otros que los consideran sumamente peligrosos para la salud.

Quienes se muestran a favor de los cultivos orgánicos dicen que estos son una opción más saludable, ya que se preparan de forma natural, sin pesticidas ni productos químicos de por medio.

No solo eso, sino que también consideran que aportan una cantidad más alta de nutrientes y antioxidantes, lo que impacta de forma favorable en el organismo de los humanos. Sin embargo, los científicos reconocieron que las diferencias entre unos y otros son insignificantes en cuanto al valor nutricional.

Aun así, las miradas críticas están puestas en los efectos negativos que podrían producirse a lo largo de los años, tanto para los humanos como para el ecosistema. De hecho, se estima que este tipo de cultivo podría dañar la biodiversidad, al cruzarse con las especies silvestres.

La única ventaja de los alimentos modificados está relacionada con la capacidad de resolver algunos de los tantos problemas mundiales, como la ineficiente producción de alimentos y las enfermedades de los cultivos.

Al ser más resistentes a las plagas y las enfermedades, no se necesita la implementación de pesticidas que dañen el suelo. En tanto, permite aumentar de forma notable el rendimiento del cultivo.

La elección entre los alimentos orgánicos y los transgénicos varía según los criterios de cada persona, basándose en las creencias, valores y objetivos de cada uno. De todos modos, es difícil escapar de los últimos, ya que se hace presente cada vez más en los mercados.

Ambos enfoques tienen sus ventajas y desventajas, por lo que sugiere llevar a cabo una dieta equilibrada y variada, que incluya frutas, verduras y actividad física. Así se podría hacer frente a los orígenes y métodos de producción actuales.

Los detalles sobre los alimentos orgánicos

La popular creencia de que los alimentos orgánicos son más saludables se debe a que los productores se encuentran obligados a usar únicamente los agroquímicos autorizados por las grandes autoridades, siempre y cuando no se trabaje sobre semillas o plantas.

En otras palabras, son aquellos que se producen sin elementos sintéticos, tales como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. Por lo general, son originados a partir del compost, polvos minerales u otras sustancias de origen natural.

A diferencia de la agricultura convencional, se obtiene una producción menor en términos de comida lista para vender, por lo que es necesario un mayor trabajo en caso de querer alimentar a la población.

El lado menos conocido de los alimentos transgénicos

La producción tiene como aliado prinicipal la ingeniería genética. Esto permite incorporar genes de otro organismo en los alimentos, con el objetivo de obtener determinadas características.

Los productores pueden usar dicha tecnología para otorgarle a los cultivos una mayor resistencia en ciertas situaciones, tales como las altas temperaturas o la sequía. Lo mismo con los insectos que lo interfieren. Además, mejora el contenido nutricional de las plantas, una pieza clave para la modernidad.

Si bien los científicos todavía no comprobaron que estos alimentos son peligrosos para la salud humana, se encuentran en estudio las posibles consecuencias de su ingesta.

En esta línea, se conoció que algunos productos transgénicos generan reacciones alérgicas en ciertos consumidores. Por este motivo, se recomienda revisar los etiquetados del producto comprado.

Cabe aclarar que no todos los alimentos que se engloban en este grupo en particular se encuentran modificados en los genes, aunque sí todos ellos fueron alterados con químicos en algún punto de la producción en masificada.

Por su parte, este tipo de producción es controlada por las grandes empresas internacionales propias del sector agroalimentario. 

Los líderes empresariales reúnen de esta manera distintas estrategias para introducir sus productos en la sociedad e incrementar sus ingresos de dinero. Sin embargo, la consciencia de los ciudadanos provocó que varias corporaciones anuncien su retiro.

por Federico Trucco

¿Quién es Federico Trucco? Federico Trucco, nacido en Rosario, Argentina, el 27 de mayo de 1977, es un destacado profesional con una sólida formación en bioquímica, malezoología y patología vegetal, así como en administración de empresas. Su trayectoria se ha centrado en la intersección entre la agricultura y la biotecnología, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de empresas innovadoras en este campo. Tras completar sus estudios universitarios en bioquímica en la Universidad Estatal de Louisiana, Federico continuó su formación con una maestría en malezoología y patología vegetal en la Universidad Estatal de Colorado, seguida de un doctorado en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante su tiempo en Illinois, también adquirió conocimientos en administración de empresas. Su interés por la biotecnología aplicada a la agricultura se ha visto impulsado por su pasión por el avance tecnológico en el sector, así como por su compromiso con la innovación. Este interés lo llevó a unirse a Bioceres, una firma líder en la gestión de proyectos en el ámbito agro-biotecnológico. Desde entonces, ha desempeñado roles clave en la investigación y desarrollo de la empresa, así como en la creación y dirección del centro de biotecnología de Bioceres, conocido como INDEAR. En 2011, fue nombrado CEO de Bioceres, liderando el camino en la expansión y desarrollo de la empresa. Bajo su liderazgo, Bioceres se ha convertido en un referente en América Latina en el campo de la biotecnología agrícola, con una presencia destacada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Federico ha sido reconocido por su contribución a la innovación empresarial, recibiendo premios como el Konex a la innovación empresarial y el premio EY Entrepreneur of the Year para Argentina. Además, ha ejercido como presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, demostrando su compromiso con el avance y desarrollo de este campo en su país.